Gran felicidad

No voy a hablar de lo que todos estamos pensando hoy, porque luego se gafa. Este título de la entrada se refiere a la gran felicidad que he sentido la semana pasada cuando me dieron las notas de Selectividad. Para mí lo de menos es la nota, sino haber aprobado, ya que en Ingeniería de Telecomunicaciones te dejan entrar con un cinco pelao; pero la verdad es que he sacado un 9.84 (que conste, sólo una décima menos que esa de las rastas de Madrid) y me hace sentir muy orgullosa.
A lo que iba, que me desvío, lo que más feliz me hace es no volver a tener que pisar el instituto. Tampoco es que me hayan tratado mal, pero algunos días me apetecía más que me clavaran astillas en las uñas, que ir a clase (sobre todo desde que me mudé).
Claro que ahora comienza una nueva y muy difícil etapa en la vida de todo estudiante: la Universidad. Seguro que habrá momentos en que lo pase mal, pero como en todas partes en esta vida (peor será trabajar, digo yo).
Para finalizar, quiero despedirme de algun@s:
Adiós, deberes (era peor que estudiar)
Adiós, niñatos del autobús (vosotros sabéis quienes sois, que os j****)
Adiós, exámenes cada dos días (ahora sólo serán cuatrimestrales)
Adiós, preocupaciones por las notas (si no se puede sacar un 10, se saca un 5 y listo)
En resumen: Adiós, grilletes que oprimen la libertad del individuo subordinándolo a un cruel
sistema educativo que no le permite ni respirar a gusto.